viernes, 22 de noviembre de 2013

Com el vent a l'esquena: como el viento en Barcelona

Dicen que todo pasa y todo llega, y así es. Una de las presentaciones más deseadas por esta escritora que os habla llegó, puntual, el 20 de noviembre.
Mi amigo Manuel Aragón  -al que le había pedido que me presentara, no solo porque es mi amigo, sino porque creo que es una de las personas que mejor conoce mi blog Mi vida en tacones, germen, como ya se ha dicho muchas veces, de la novela que presentaba en esta ocasión-, temía que no acudiera mucha gente por razones obvias: el desconocimiento de la obra y de su autora en aquellas tierras. Pero no fue así. Además de compañeros de trabajo, que sobreponiéndose al cansancio de una dura jornada, estuvieron conmigo, y amigos, una impecable organización por parte de Punt de lectura hizo que la sala
estuviera llena.
Y como digo tantas veces, los sueños se cumplen, y el mío de volver a contar la historia de esta novela que tantas satisfacciones me está dando, se hizo realidad.
Siempre digo que la felicidad se cose a pequeños instantes, y en esa tarde hicimos entre todos una velada estupenda.
Allí hemos quedado emplazadas Marta y yo para volver  y presentar la siguiente novela. Y, seguro, que será así.

 Mientras, soplen vientos favorables para todos.

PD: Gracias, de corazón, a Manuel Aragón por su compañía y a José Maria Casadevall por haber sido el viento que me ha llevado a presentar mi novela.