jueves, 28 de marzo de 2013

El universo de Marta

Durante todo el proceso de escritura, del que tuve la oportunidad de hablar en la entrada anterior, mi vida se movió en dos universos paralelos, el mío, el de mi vida cotidiana y el otro, el de ficción, el de Marta Nogales.
Construir un mundo en el que desarrollar una novela no es tarea fácil, pues tiene que convertirse en el escenario, en el decorado en el que los personajes se sitúen con comodidad y sobre todo coherentemente dentro de la trama.
Desde el principio tuve claro que mi  protagonista se movería en varios planos diferentes: uno estaría alrededor de la ciudad de Madrid, de la que soy oriunda y a la que adoro a pesar de lo incómoda que me resulta a veces, otro su sierra norte, y un tercero estaría cerca del mar, del Mediterréneo, mi refugio desde hace tiempo. Y mi mente se llenó de imágenes familiares, que como postales, me mostraban aquello que yo quería describir y en donde colocar mis personajes.
Y en estos telones de fondo, con Marta en el centro de acción, fui creando las situaciones, los diálogos y los hilos que moverían la trama. Durante los meses de redacción iba de las orillas del mar a mi trabajo cotidiano, o de la sierra de Madrid, al supermercado para hacer la compra, abandonando con pena ese mundo imaginario, mientras Como el viento en la espalda avanzaba.
No espere el lector un universo irreal o desconocido, no. Mi protagonista se mueve en un entorno muy cotidiano, por el que transcurriríamos con toda normalidad, pero que a pesar de ello es el marco de una gran aventura. Por eso invito a conocer el universo de Marta Nogales. Basta con abrir el libro.

Hasta entonces, soplen vientos favorables para todos.

jueves, 21 de marzo de 2013

El proceso de la escritura

El proceso de escribir es tan particular como el de vivir. Estoy convencida de que si  preguntamos a varios escritores, varias serán las respuestas.

Si echo la vista atrás, hace como nueve meses- igual que un embarazo- recuerdo exactamente el día en que comencé la elaboración de Como el viento en la espalda. No la fecha- bueno aproximadamente mediados de junio- sino el día.

Era el pórtico del verano y  hacía calor. La idea llevaba tiempo bullendo en mi cabeza, y esa tarde decidí que era el momento.A partir de ese instante en que mis dedos pulsaron las primeras teclas, no solo fueron tardes, sino noches, madrugadas, mañanas de verano, de otoño...

Ideas, tramas, personajes se hacían visibles  a lo largo de las páginas y, poco a poco, Como el viento en la espalda se iba convirtiendo en realidad, y avanzaba en ese proceso tal y como soy yo, con un objetivo concreto y con una meta concreta.

Escribía y escribía, inmersa en el mundo de Marta Nogales, acompañándola en sus avatares, en su encrucijadas y dejándome llevar- eso es lo increíble, la fuerza que llegan a tener los personajes- a un final sorprendente.

Para otros quizá sea un proceso duro, para mi no. Lo he disfrutado, lo he amado, y lo que espero y deseo es que los lectores recojan esa sensación a través de sus páginas.

Hasta entonces, soplen vientos favorables para todos.

sábado, 16 de marzo de 2013

El blog de una escritora con agradecimiento.



Para mí no es nueva la apertura de un blog, un medio desde el que me dirijo desde hace tiempo a muchos amigos. Por ello, cuando me planteé cómo acercar mi novela, Como el viento en la espalda, a aquellas personas que con tanto interés han ido siguiendo Mi vida en tacones, pensé en abrir este otro, Tacones de escritora, en el que comentar los feed backs que me van llegando acerca de ésta, mi primera novela.
Y debo comenzar con un mensaje de agradecimiento, porque no cabe duda de que han sido tantas las muestras de afecto y cariño hacia esta aventura literaria que la primera palabra que debo pronunciar es GRACIAS.
Ayer me hicieron una entrevista y me plantearon la pregunta de por qué escribir una novela. Era lógico, la entrevista recogía mis impresiones hacia esta primera obra editada. No me fue fácil contestar, porque no quería caer en el tópico de responder que había sido la necesidad de comunicarme o de expresarme. En cambio, creo que lo que sí existe es la razón de contar una trama, como bien dice mi querido amigo y escritor José Guadalajara, sin que se olviden los sentimientos. Y eso es lo que he hecho: construir una historia a través de una protagonista cuya vida, parecida a la de cualquiera, sufre una inflexión que desencadena una serie de acontecimientos transcendentales que la envuelven y la conducen a una gran aventura.
Para mí ha sido una experiencia fascinante el simple hecho de escribirla, por eso deseo que vosotros la disfrutéis muy pronto. Nos iremos encontrando aquí, si así lo deseáis.
Hasta entonces, soplen vientos favorables para todos.